Vuelvo de nuevo a la tarea de escribir! Que gusto!!! Esta vez con motivo de otro viaje! Este domingo y de manera casual, me encontré derepente, en dos segundos, trasladada a otro país y charlando amigablemente con sus nativos durante una agradable comida.
Me pusieron al corriente de su vida política y social. Tengo que decir que fue muy interesante encontrar un país con unos habitantes tan creativos. La ministra de educación, la de economía y finanzas, el de asuntos exteriores y hasta la reina conocí. Ahora que me doy cuenta, estaba con la jet set!!, la cream de la cream de Tongolandia!!! Incluso con su futuro! por que tenían la representación de los níños. Me contaron, con gran preocupación, que estaban en vías de desarrollo en cuanto a la planificación familiar. Parece que como en todo país desarrollado la falta de niños es lo habitual. Quién sabe si en las próximas fiestas de su Patrono (San Kirispín), alguna pareja que caiga, víctima de la lujuría y el desenfreno, pueda dar su fruto y engrosar así el número de habitantes de este país tan divertido.
A mi me aceptaron como emigrante, de primeras con ilusión (soy la primera), aunque ya veremos después como tratan los tongoleños a sus visitantes.
Lo que sí os puedo decir es que volveré, hacía mucho que no me reía tanto como con los tongoleños. En mi próximo viaje les pediré permiso para colocar aquí alguna de las filmaciones que hice (como buena guiri), aunque no sé si me lo darán. A pesar de tener buen sentido del humor los habitantes de Tongolandia son tímidos y celosos de su intimidad.
Un beso para todas y todos y VIVA SAN KIRISPIN!!!
Me pusieron al corriente de su vida política y social. Tengo que decir que fue muy interesante encontrar un país con unos habitantes tan creativos. La ministra de educación, la de economía y finanzas, el de asuntos exteriores y hasta la reina conocí. Ahora que me doy cuenta, estaba con la jet set!!, la cream de la cream de Tongolandia!!! Incluso con su futuro! por que tenían la representación de los níños. Me contaron, con gran preocupación, que estaban en vías de desarrollo en cuanto a la planificación familiar. Parece que como en todo país desarrollado la falta de niños es lo habitual. Quién sabe si en las próximas fiestas de su Patrono (San Kirispín), alguna pareja que caiga, víctima de la lujuría y el desenfreno, pueda dar su fruto y engrosar así el número de habitantes de este país tan divertido.
A mi me aceptaron como emigrante, de primeras con ilusión (soy la primera), aunque ya veremos después como tratan los tongoleños a sus visitantes.
Lo que sí os puedo decir es que volveré, hacía mucho que no me reía tanto como con los tongoleños. En mi próximo viaje les pediré permiso para colocar aquí alguna de las filmaciones que hice (como buena guiri), aunque no sé si me lo darán. A pesar de tener buen sentido del humor los habitantes de Tongolandia son tímidos y celosos de su intimidad.
Un beso para todas y todos y VIVA SAN KIRISPIN!!!
